Muchas gracias mamá por acercarme el campo y dejar que yo me acerque a él.
Hay muchas formas de cultivar frutas y hortalizas, pero la mejor de todas es directamente en el campo, en plena naturaleza, allí donde todos los elementos recobran su fuerza genuina y dan lo mejor de sí mismos, igual que nosotros hemos de trabajar con lo mejor de nosotros mismos.
Un campito en el que de el Sol directamente, donde la Luz sea la protagonista, el agua corra fluida y libre, la tierra esté firme y el aire vuele a su antojo.
Aquí en el huerto plantamos de todo lo que tengamos ganas y lo cuidamos con cariño y con respeto, mirando que las plantas y los árboles que conviven tengan de todo lo que necesitan.
El huerto en el campo es una gran oportunidad para desarrollar las habilidades campestres en los pequeños alumnos. Es la gran maestría de conocer los requisitos de las plantas en el huerto y en el campo. Plantas cultivadas y plantas silvestres se dan la mano.
El huerto es una de las tareas que emplea la Escuela Waldorf en el programa de sus alumnos durante el primer septenio ( niñ@s hasta los 7 años).
Según la curva biológica de la Antroposofía estos niñ@s brillan por su sentir mágico. 
L@s niñ@s son parte nueva de la Tierra y como pequeñas criaturitas elevan al Cielo su imaginación y fantasía poderosas.
Desde Esencia Mágica para
Muy bonito y educativo. Felicidades por poder compartir con tu madre nuestra maravillosa naturaleza, regalo de Dios. Besos.
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