lunes, 26 de enero de 2015

VII DÍA DE LA PAZ INTERCENTROS

CONVIVENCIA PAZ


Cada día es una fiesta. Los niños están en su mundo de Magia y fantasía y ellos lo ven así. A un niño le brillan los ojos cuando sus labios se llenan de sonrisas. En el aula es muy importante que nos metamos dentro del mundo infantil y que los proyectos y tareas vayan encaminadas a promover la buena convivencia, el entusiasmo y la motivación de los alumnos, ya que de esta forma creamos unión y ayuda mutua. En mi práctica docente los equipos de colaboración sirven para ello, mediante tareas co-educativas y colaborativas, partiendo de la Música, la Plástica y el Teatro como elementos y recursos de actividades que entendemos con gran dedicación en los encuentros de Paz.

Hay un trabajo previo que se desarrolla en el aula a partir de los valores y las emociones, así como la psicomotricidad infantiles, dando oportunidad a que los niños se expresen con la alegría y la felicidad que les caracteriza. Esto fomenta en gran medida su nivel de resiliencia, es decir su capacidad de proyección positiva en el futuro, lo cual hace que tengan más ganas de acudir a la escuela. De hecho, muchos padres lo relatan cuando acuden a tutoría, aludiendo que su hijo o hija le insiste en que no quiere faltar a clase, que algo especial está a punto de pasar en cualquier momento, una sorpresa o una nueva canción.

La habilidad inventiva y creativa de los niños indica su nivel de iniciativa, el cociente intelectual y la capacidad de crítica y opinión se ven favorecidas gracias a la posibilidad que les damos de convivir entre ellos con los acuerdos adoptados en clase mediante pequeños debates y asambleas adaptadas a su nivel. Yo lo expongo así para la convivencia del día de la Paz y su respuesta cada año es más favorable para que sigamos con la tradición de vernos el día 30 de enero, justo en el ecuador del curso escolar.

Todos los niños responden muy agradecidos ya que nuestro lema es "qué bien lo haces, sigue así"; fomentamos sus capacidades, habilidades y cualidades favorables y positivas según el método Coué y la Psicología positivista, adaptando nuestra metodología a las nuevas corrientes pedagógicas, por supuesto con las adaptaciones adecuadas a la normativa vigente.

Todas las actividades parten de una canción, un cuento, un juego o diversas manualidades. La idea es que mientras los niños aprenden los contenidos corrientes, que estén divirtiéndose con algo que les gusta de manera natural. El mundo infantil es muy sencillo, los niños ven en colores, comprenden en imágenes simples y formas elementales. En el mundo infantil hay canciones y juegos, historietas y fragmentos de sus cuentos y dibujos animados preferidos, por eso acercarles a las canciones y los bailes da tan buen resultado y les motiva a continuar aprendiendo. La música no sólo les entretiene, sino que además calma su sistema nervioso y les relaja, les baja la frecuencia de sus biorritmos naturales y les templa incluso la temperatura corporal. En el caso de las actividades manuales tenemos que tener en cuenta la importancia de las manos. Al tener las manos ocupadas, la huella dactilar recibe los impulsos electromagnéticos de las vibraciones eléctricas que transmiten los materiales e instrumentos plásticos. De esta manera siento que estoy ayudando al desarrollo de la conciencia infantil durante el primer septenio según las teorías de la curva biológica para la Escuela Waldorf.

El día de la Paz sirve para algo más que celebrar una fiesta, es una jornada de expresión de la plenitud y la alegría que caracteriza a los niños y aportar un granito de arena a las campañas solidarias con las que colaboramos cada curso. Es un momento de reflexión, un paréntesis de actividades dinámicas en medio del curso para mediar entre colegios y tomar conciencia de la importante labor que desempeñamos en la tarea de educar, de enseñar, de AYUDAR A CRECER.