Trabajar desde el punto de vista de las vibraciones de la energía y sus diferentes formas de manifestación supone conocer otras anatomías, pues debemos saber que no solamente existe el cuerpo físico tal y como lo conocemos, sino que además existen otros cuerpos de importancia fundamental en el conocimiento de uno mismo, y que dichos cuerpos aún no aparecen en ninguna forma de enseñanza reglada, a excepción de Reiki, que está abriéndose camino como asignatura optativa en algunas facultades de Medicina. De todas formas y dado que en Umyvergia todo es posible, aquí muestro algunos de los componentes de nuestros otros cuerpos.
En primer lugar todo está vibrando, es decir todo emite una energía o lo que yo llamo una fuerza esencial que le nutre y que emana a lo que se encuentra a su alrededor, así como también es cierto que todo lo que existe tiene un alma. Nuestro organismo, ese cuerpo o estructura ósea y muscular, compuesto de células, órganos y aparatos que realizan funciones vitales, en realidad es algo más que eso, nuestro cuerpo es mucho más, es un conjunto de capas y todas tienen que ver con lo que se denomina estado de ánimo, que no es más que el estado del alma en un momento determinado, así como la Felicidad es un conjunto de emociones de un momento determinado. Dado que el átomo de carbono se encuentra en todo lo que existe y se compone de protones (carga positiva cerca del núcleo) y neutrones (carga negativa girando alrededor del núcleo) en un baile cíclico en forma de estrella de seis lazos, de ahí la Flor de la Vida y el Fruto de la Vida. Para mayor información Drunvalo Melquisedek trabaja en esta Línea. En el tema que nos ocupa ahora, nos adentramos en lo que yo llamo otros cuerpos o cuerpos sutiles de existencia.
La primera capa o cuerpo etérico es la que se levanta justo por encima de nuestra piel externa a unos 15 centímetros aproximadamente de ella y el niño infante puede salir y entrar con tantísima facilidad que incluso logra meterse en la de su mamá, sobre todo en el primer septenio de su vida, por ello se dice que ambos, hij@ y madre se sienten y presienten. El cuerpo etérico se ve como una aureola blanca luminosa sobre todo cuando una persona está creando algo, por ejemplo hablando, pintando o cantando; simplemente con fijarnos por encimilla de sus hombros ya se nota.
La segunda capa es el aura en sí, y comienza con el cuerpo casual y astral, con siete sobrecapas que van desde el rojo intenso que nos conecta aquí a la tercera dimensión 3D, hasta el violeta que nos eleva y asciende a otras densidades mas etéreas, sutiles y volátiles. Campar por ellas es sentir la verdadera esencia de nuestra alma. El cuerpo astral requiere un cuidado estudio u dedicación, es posible llegar a ver físicamente los colores del aura de una persona con solo mirar su entorno próximo, así como también es posible ver el aura de uno de sus órganos. La emanación del aura da unos colores dominantes que indican el estado de equilibrio en el que se encuentra. Con la cámara Kirlian se obtienen Kirliangrafías o fotos del aura de cualquier ser.
El tercer cuerpo o capa es el Mental, ligado a todas las formas de pensamiento, pensamientos esenciales o pensamientos promotores, y son estos los promotores los que en muchas ocasiones obviamos por una u otra razón, son, como su nombre indica, los que nos mueven a hacer las cosas, los que promueven y motorizan otros pensamientos esenciales. El cuerpo mental es el poder que tenemos los seres humanos aquí en este plano para determinar y relativizar las cosas en bueno o malo, mejor o peor, aunque en realidad lo único que existe es el aquí y ahora, el momento presente es lo que cuenta. Los pensamientos se focalizan en la mente, pero ¿qué es la mente sino la consciencia?
El cuarto cuerpo o capa Búdica es la Iluminación, el placer de la belleza interior hecha realidad, el estado de autocomplacencia desde el Amor y la calma, un estadio perdurable y eterno, infinito y misterioso atribuido en principio a Gautama el Buda, solo con el debido entrenamiento y con la comprensión práctica y fiel del verdadero ejercicio espiritual se llega a ascender a las dimensiones del Buda interior.
Los cuerpos sutiles siguen en ascenso hasta lo que yo llamo el cuerpo Sónico o Átmico, el cuerpo Supersónico o Mónada y hasta llegar a la Fuente o cuerpo Divino.
Los cuerpos sutiles son verdaderas etapas de entrenamiento que nos ayudan a ir ascendiendo en el camino espiritual, estas etapas son franjas de energía que van transformando nuestra esencia hasta la verdadera esencia y volver a la Fuente Infinita de la Fuerza Madre Natural.
Hay que tener en cuenta que cada aura tiene su propia frecuencia única, así como cada alma tiene su diamante de poder único y genuino, que lleva el diseño original de su esencia madre, que lleva unos colores y unos sonidos Únicos.
